Los docentes hemos sido obligados a salir a la calle para exigir que se respeten nuestros derechos laborales.
Acorralados debimos alzar nuestra voz en las calles y en las plazas de cada uno de los pueblos de nuestra provincia.
Una vez más, somos ignorados.
Invitamos a todos los sectores de la sociedad que quieran acompañarnos.